
El negocio de las hipotecas cada vez tiene menor peso para la banca, pues por primera vez desde el año 2006 el saldo de los préstamos para la adquisición y rehabilitación de viviendas desciende del medio billón de euros, a cierre del tercer trimestre del 2019. La actividad hipotecaria, que llegó a suponer más del 30% del negocio de la banca y el motor de crecimiento en el boom, no ha conseguido revertir la tendencia descente. Además, desde junio, la concesión de hipotecas se ha ido frenando por la entrada en vigor de la nueva Ley de Crédito Inmobiliario y la ralentización de la economía.
Además, el sector para mejorar la rentabilidad y ante el descenso de operaciones, está aplicando mayores tipos de interés para la concesión de hipotecas. De esta manera, la banca está siguiendo las recomendaciones de la autoridades, que alertan de la venta de hipotecas a pérdidas o con escaso margen de ganancia y la competencia preocupante en el sistema.
Y estas afirmaciones vienen corroboradas por un informe realizado por GAD3 para el Consejo de Arquitectura Técnica a finales de enero, en el que los españoles señalaban como frenos para la adquisición de vivienda el coste de la financiación y la falta de ahorro para pagar la entrada, pues los bancos te ofrecen hasta el 80% del precio de la operación o de la tasación del inmueble